Entradas

Mostrando las entradas de marzo 7, 2021

COMPARTIENDO EL EVANGELIO

Imagen
Esforcémonos por conocer al Señor Vamos a volver al Señor.  Este capítulo seis de Oseas es titulado como “ vuelta superficial a Yahvé ”. El miedo, la angustia, la desesperación ante situaciones que nos sobrepasan, nos hacen reflexionar y volver al Señor:  él, que nos despedazó, nos sanará; él, que nos hirió, nos vendará.  Pero tendríamos que preguntarnos si nuestro deseo de volver al Señor, el único que puede salvarnos y darnos vida verdadera, es sincero o es superficial. Si acudimos a Él como si se tratara de un “fetiche” para que “nos saque las castañas del fuego”, o si realmente y con sincero corazón, acudimos a Él como nuestro Dios y Señor, que nos ama, nos cuida y nos corrige, como un Padre, para nuestro bien. Esforcémonos en conocer al Señor. No se ama lo que no se conoce y cuanto más conocemos de algo o de alguien, más lo amamos.  “Al conocimiento sigue el amor. Y amando, el alma procura ir en pos de la verdad y revestirse de ella”  (Santa Catalina de Sie...

COMPARTIENDO EL EVANGELIO

Imagen
Exhortación y promesa En esta lectura, final del libro del profeta Oseas, es una exhortación y una promesa dirigida a su pueblo. Es una exhortación y una promesa permanente para nuestra vida.  La liturgia nos las recuerda en este camino cuaresmal de conversión. La conversión, siempre es un volver al Dios de la creación, al Dios que ama, acompaña y conduce a su pueblo, de ahí la invitación constante y permanente a “volver al Señor”. Volver a renovar la alianza pactada con Dios y apartarse de otros dioses hechos de manos humanas. Volver a religarse con Él. En este caminar cuaresmal se nos invita también a nosotros a volver al Señor, a descubrir que es Él, el que nos ama, el que nos acompaña en este caminar. Este volver exige ver a qué dioses servimos y seguimos en nuestra vida, eso, igual nos están haciendo olvidar al Dios que por amor nos da la vida, por amor cuida y vela por nosotros y por amor quiere que confiemos en Él. Este libro del profeta desde el comienzo hasta el final va h...

COMPARTIENDO EL EVANGELIO

Imagen
La ley de Dios es sabia y está avalada por una historia de salvación En el Deuteronomio se entrelazan acontecimientos históricos con llamadas al cumplimiento de la ley. La historia de Dios con su pueblo es el aval de esa ley, lo que le da su autoridad y acierto. En el contexto de la alianza de Dios con Israel, sus mandatos son la contrapartida de su iniciativa salvadora. Si él ha sido siempre fiel a sus promesas, el pueblo tendrá que ser fiel a su propio compromiso con él aceptado y proclamado. Lo que Dios ha prometido a esa fidelidad es una tierra fértil, “que mana leche y miel”. Mientras dura la travesía del desierto eso no se ve, se sufre la dureza de un terreno inhóspito que pone a prueba la lealtad del pueblo liberado de la esclavitud. Tener fe es fiarse enteramente, también y sobre todo en las circunstancias más penosas. Pero no se parte de cero, no se trata de “buscar en el vacío”. Hay precedentes clamorosos. Dios ha hecho ver más de una vez que está cerca de su pueblo, que no s...

COMPARTIENDO EL EVANGELIO

Imagen
Pero ahora, Señor, somos los más pequeños de todos los pueblos El profeta Daniel se refiere en su libro a cuando los israelitas fueron conquistados, su culto prohibido, y el pueblo opresor, quiere obligarles a adorar un ídolo de oro que habían construido con la única intención de humillarles. Tres jóvenes deportados, que provenían de buena familia y que, tras realizar un buen servicio al rey Nabucodonosor, se les había puesto al frente de la administración de la provincia de Babilonia, se negaron a adorar la estatua, y cuando el rey se enteró, los condenó a ser arrojados al horno encendido con siete veces más potencia que la habitual; fueron arrojados pero las llamas los respetaron y uno de ellos, Azarías, entona a Dios esta oración de súplica. Comienza por reconocer sus culpas, pues los judíos estaban recibiendo el justo castigo por sus pecados; al no poder ofrecer sacrificios expiatorios, pues su culto había sido prohibido y su templo destruido. Ellos le ofrecen a Dios su corazón con...

COMPARTIENDO EL EVANGELIO

Imagen
Si el profeta te hubiese mandado una cosa difícil, ¿no lo habrías hecho? El texto que nos propone la primera lectura es un relato magistral con muchos matices llenos de sabiduría. Naamán, jefe del ejército sirio, a pesar de sus grandes victorias bélicas que le hace ser tenido en gran estima por el rey, está enfermo de lepra. Su grandeza se mezcla con una gran debilidad y por ello su dicha no es completa. La apertura al horizonte de esperanza de curación le llega a través de una mujer israelita al servicio de su mujer, quien le habla del poder curativo de Eliseo, un profeta de su Dios en Israel, su tierra. Naamán informa a su rey quien le ofrece una carta para su colega de Israel, así como gran cantidad de dinero y bienes para congraciarse con él, creyendo erróneamente que el rey sería el taumaturgo: ¿Quién podría tener más poder que un rey? Sin embargo, el monarca israelita es consciente de su identidad. Él no es Dios, es un ser humano sabedor de que en sus manos no tiene la llave de l...